martes, 17 de julio de 2007

El hombre de oro

El australiano 'Jeffrey Lee' vive en unos terrenos con una riqueza de 5.000 millones en uranio, de ahí la oferta millonaria que le ofrecieron (3.650 millones de euros).

Sin embargo, el dinero no vale nada cuando no puede comprar la voluntad de un hombre. "El dinero no me interesa. Tengo un trabajo; puedo ir a pescar y cazar. Eso es todo lo que me preocupa", ha declarado al rotativo.

El dinero va y viene, pero los lugares sagrados permanecen para la eternidad. Lee es ahora el guardián de Koongarra, 12 kilómetros cuadrados que son las tierras de su clan en las afueras del Parque Nacional Kakadu. Allí están enterrados sus antepasados, pero hay algo más: 14.000 toneladas de uranio, ese rocoso objeto del deseo por el que el gigante francés de la energía Areva ha intentado cubrir de oro a un hombre íntegro.

Jeffrey Lee, de 36 años, ha jurado proteger su hogar para que puedan heredarlo en el futuro sus hijos. Su deseo es que el parque sea considerado patrimonio natural por la UNESCO. "Para que esté seguro y protegido para siempre", afirma.

El guardabosques presiona al Gobierno australiano para incluir su parcela en Kakadu. Y probablemente tenga éxito: el Ejecutivo ha pedido a la ONU para incorporar el terreno al Parque Nacional siempre que su propietario lo permita.

Más hombres como este hacen falta, y no tantos vendidos. Para mí este hombre vale muchísimo más que el uranio. Por lo menos deja claro que aún hay cosas que el dinero no puede comprar. =D

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sobriii mafiosoo ole ole y ole.. jajajajajajajj

Anónimo dijo...

yo me venderia, asi me podría bañar en oro todos los días, beber batidos de oro, comer oro....
Ese hombre es tonto >_>

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